dissabte, 5 de juliol del 2014

LIBRO ESCOLAR, LITERATURA NUEVA

Estoy convencido de que la divulgación juvenil es un paradigma literario nuevo. Existe para los adultos pero no para jóvenes. ¿Cómo puede ser?

Se supone que un buen libro (de ficción) para jóvenes ha de poder seducir también a los adultos. Y, al revés, muchos libros de ficción originalmente escritos para adultos suelen prescribirse también como lecturas escolares... de ficción. No obstante se publica constantemente una extensa literatura (de ficción) sólo para niños y jóvenes que suele hacerse un espacio generoso en las librerías.

Me parece, no obstante, que la literatura de "no ficción" no acaba de encontrar el camino de la juventud. Hay y ha habido excelentes divulgadores para adultos que han sido considerados simplemente escritores. Empezando por Platón o Lucrecio, Galileo o Diderot, Flammarion o Darwin, Wilson o Jay Gould, Savater o Arsuaga. ¿Qué autores de "no ficción" conocen los jóvenes ahora mismo? ¿Asimov? ¿O algún otro que, de vez en cuando, se acuerda de que los jóvenes existen?

Cuando empiezas una carrera humanística no suelen haber libros de texto. Lo primero que presenta el profesor es la bibliografía del curso. Muchos libros para abrir la mente. Aún no he visto la razón para que la mente se vea confinada y dirigida en los estudios humanísticos anteriores a la universidad. Hasta las "Ciencias Naturales", en el bachiller y antes, en la ESO, tienen algo de humanísticas. De hecho, todo és humanístico desde algún punto de vista. Sólo los aspectos más inmóviles de las ciencias más duras merecen o demandan libro de texto. Son aspectos en los que todos convendríamos que la mente ha de ser confinada y dirigida.

Los aspectos "humanos" de todas las ciencias merecen un tratamiento humano, argumentado, inquisitivo, algo contradictorio. Y esta "apertura de mente" sólo la pueden proporcionar "autores", escritores libres y responsables a la vez que un tanto polémicos. ¿Por qué deberíamos mantener a un joven de catorce años lejos de la polémica, la argumentación y la contradicción? ¿Para que llegue inmaduro a la universidad?

Desde primero de ESO todas las asignaturas deberían tener libros, y más libros. Visiones, visiones y más visiones. Opiniones, opiniones y más opiniones. ¿O no está el profesor para ayudarlos a navegarlas y a ordenarlas? La capacidad, el mérito, el interés de los alumnos también podría medirse por la cantidad de libros de la Biblioteca de aula que son capaces de procesar.

Reivindico que los adolescentes aprendan con lecturas de autor hechas para ellos. Que los autores luchen por ganárselos. Que los profesores conozcan a los autores, que los autores conozcan a "su público", que la crítica circule y los conocimientos circulen también abrigados en ideas. Que las librerías abran el conocimiento normalizado (no espectacularizado) a los jóvenes.

Dominar un libro de texto no se ha demostrado un reto interesanto para un joven. ¿Y si cambiásemos la propuesta?

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